Para que no haya contraste entre la piel de la cara y la del escote, dedícale las mismas atenciones que al rostro: la crema hidratante por las mañanas, la nutritiva por las noches, la mascarilla una vez a la semana....
*Protégelo de la alergia al sol. Si tienes la piel muy clara y durante los primeros días de exposición al sol te aparecen granitos, ronchas y picor en el escote, es probable que tengas intolerancia al sol. Para mantenerla a raya, puedes tomar algún nutricosmético que actúa reforzando desde el interior las defensas de la piel, usa un fotoprotector UVB-UVA ya que el 80% de las reacciones adversas al sol están causadas por los rayos UVA, y broncéate de forma progresiva para habituar poco a poco tu piel al sol.
*Mantén una buena postura y te ahorrarás muchas arrugas. Por ejemplo, evita agachar y ladear la cabeza durante demasiado tiempo seguido (al caminar, leer y hablar por teléfono). A la hora de dormir elije una almohada baja para que no se marquen las arrugas horizontales del cuello, y si tienes pecho abundante, procura dormir boca arriba para que no se formen arrugas verticales en el escote.
*Borra las manchas oscuras. Aunque el verano no es el mejor momento para recurrir a tratamientos que las eliminan por completo (láser o peeling químico), puedes aplicar cada noche una crema despigmentante. Solo sí, es clave que cada día protejas la zona con un fotoprotector SPF50+ (mejor si además contiene activos despigmentantes) para que los rayos solares no activen de nuevo la formación de melanina.
*Dale un hidratante extra. Esta zona tiene menos glándulas sebáceas. Compénsalo aplicando unas gotas de aceite corporal mezcladas con la hidratante.
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