DEPURADOR DEL CUERPO

Una alimentación poco equilibrada y rica en grasas saturadas, la falta de ejercicio físico, el estrés... son hábitos que con el paso del tiempo pueden producir una acumulación de líquido y toxinas en diferentes partes del cuerpo. Hinchazón, sensación de pesadez en las piernas, aspecto mate del cutis, acné, aparición de celulítis... son tan sólo algunos defectos.
El drenaje linfático consiste en aplicar suaves manipulaciones con las que se estimula el sistema linfático, ayudando al cuerpo a canalizar la linfa, un líquido transparente cargado de sustancias de desecho (proteínas, grasas, bacterias...) que no han podido ser eliminadas por el sistema venoso. El drenaje conduce la linfa hacia los centros depuradores del organismo, los ganglios linfáticos. Además, esta especie de masaje facilita la reabsorción  de acumulaciones de líquido intersticial que se depositan entre las células cuando existen interferencias en la circulación linfática.
Se trata de un masaje muy sutil destinado a movilizar el líquido de nuestro cuerpo, algo sumamente importante si tenemos en cuenta que entre el 65-70% del organismo está formado por líquido, que facilitará una perdida de volumen corporal y una reducción de la celulítis.